Las películas europeas tienen ahora una vida útil más larga gracias a su exhibición en las plataformas Video on demand cualquiera que sea su modelo de negocio (suscripción, pay per view o anuncio financiado). Claramente, esta generación en auge de nuevos canales de distribución representa un medio poderoso para impulsar la carrera de una película. Es lógico etonces que los cineastas europeos estén buscando servicios de vídeo bajo demanda que doten a sus películas de esta inyección de optimismo tan necesaria. Pero, ¿puede la legislación europea forzar a los servicios VOD a ofrecer un escaparate deslumbrante para las películas europeas?

El Observatorio Europeo del Audiovisual, miembro del Consejo Europeo en Estrasburgo, centra en esta cuestión su último informe: VOD, platforms and OTT: which promotion obligations for European works? (libre para su descarga).

Los autores del Observatorio abren la primera parte del informe con una descripción del mercado del vídeo bajo demanda en Europa. Indican el gradual estancamiento del mercado de cine europeo, unido a la rápida disminución de ventas físicas de vídeo y alquiler. En contraste, la suscripción a servicios de vídeo bajo demanda (SVOD)  ha triplicado sus ingresos, pasando del billón de euros a los 3 billones de euros en 2016. El informe refleja que “los servicios bajo demanda audiovisuales se convierten por lo tanto, en un elemento principal del mercado audiovisual a nivel mundial” y que “juegan un papel mayor en la promoción, la producción y la circulación de trabajos europeos”.

En este mismo apartado, se proporciona una descripción de los diferentes servicios de VOD y de sus definiciones legales, incluyendo los accesos técnicos recomendados por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU) y el Cuerpo de Reguladores Europeos de Comunicaciones Electrónicas (BEREC).

La segunda parte del informe ahonda en el marco legal europeo e internacional relativo a los servicios on-demand. Una de las intenciones subyacentes detrás del enfoque europeo de la legislación internacional y europea, es claramente la protección y la promoción de las industrias culturales en Europa. De hecho, los servicios de radiodifusión lineal están legalmente obligados a promover obras europeas desde la Directiva de la televisión sin fronteras de 1989 (TVWFD).

La más reciente Directiva sobre Servicios de Comunicación Audiovisual (AVMSD) – el principal instrumento legal europeo que trata con el suministro de contenido audiovisual - reforma la TVWFD para tener en cuenta los nuevos servicios no lineales bajo demanda e incluye la obligación de promover obras europeas, pero deja un margen considerable de libertad en cuanto a cómo cada país impone esta obligación. 

La tercera parte, ofrece un análisis cuidadoso, país por país, de los 28 diferentes marcos legales en Europa.

La cuarta parte del informe mira hacia el papel de la autorregulación como un enfoque flexible y pragmático para asentarse en el entorno del on-demand. Por ejemplo, la AVMSD, actualmente bajo revisión, favorece la adopción de “códigos de conducta” a nivel nacional en los campos coordinados por un Directivo. El Consejo de Europa, ha realizado un trabajo significativo en el ámbito del gobierno de Internet, reuniendo a todos los interesados para prevenir la incitación al odio y la protección frente a contenido dañino asegurando al mismo tiempo la libertad de acceso.

Una última parte ahonda en la reciente jurisprudencia europea en este campo. El informe destaca la práctica de un “solapamiento de competencias”, donde los operadores eligen dónde establecerse dependiendo de las normas legales y de sus beneficios. Para contrarrestar esta práctica, Francia y Alemania han anunciado recientemente que aplicarán ciertos impuestos a los distribuidores de VOD establecidos fuera de sus territorios nacionales con el fin de promover las obras europeas.

Un informe necesario para seguir las obligaciones que impongan las leyes europeas a los servicios on-demand para impulsar las películas europeas.