Apostar por lo nuestro, por Europa, ahora o nunca
Si la semana pasada participasteis en el Marché du Film Online del Festival de Cannes, comprobasteis que existe una opinión casi unísona sobre el peso que no tiene, pero que debería de tener, el contenido audiovisual producido y distribuido por nuestras empresas independientes. Si alguien lo desea, puede consultar los resúmenes que hemos elaborado de muchas de las sesiones en nuestra página web. Aprovecho para dar las gracias a mi equipo por el excelente trabajo de síntesis.
Tanto las instituciones como los representantes de algunas de nuestras empresas punteras han coincidido en que la actual crisis del Covid-19 ha traído oportunidades que tenemos que aprovechar. Los espectadores, confinados en sus casas, han renovado e incrementado su gusto por las películas y por las series europeas. Prueba de ello es que, por ejemplo, las audiencias de contenido europeo se dispararon tanto en las plataformas como en el contexto de los festivales de cine online. Dentro de las muchas dificultades vividas, las empresas han descubierto, gracias a las nuevas tecnologías, nuevos modos de trabajar a nivel transnacional. Han activado nuevos modelos de negocio y nuevas maneras de organizar eventos online. Entre las conclusiones varias, la que más aliento nos puede dar es que el mercado está creciendo paralelamente a la demanda por lo que estamos fabricando en el viejo continente. Ahora, de lo que se trata es de acompañar nuestras creaciones de adecuados planes de marketing y de distribución. Las posibles sinergias entre las salas de cine y las plataformas que se han descubierto en alguna ponencia, me han llamado mucho la atención. Sin duda, es uno de las áreas más complejas para analizar y para la que encontrar fortalezas y oportunidades, en vez de ver solamente los posibles conflictos. Todo indica que ahí puede haber nuevas soluciones que beneficien al sector en su conjunto, siempre que haya diálogo y voluntad.
A la vista de la nueva Directiva audiovisual europea, que entrará en vigor a partir del 2021 y de la necesidad de las operadoras internacionales de poder distribuir contenido europeo, ahora lo que falta es armonizar unas reglas de juego alrededor de las leyes de propiedad intelectual así como unos mecanismos para proteger la independencia de nuestras empresas. Dichos mecanismos deben garantizar que dentro de lo posible éstas no pierdan los derechos sobre sus creaciones. Se trata de evitar que nuestros mejores productores acaben trabajando exclusivamente como proveedores de servicios y que puedan capitalizar sus esfuerzos mediante la venta de sus catálogos en lo que es la economía de larga cola.
Del mismo modo, muchos han coincidido en que el talento creativo europeo es de gran potencia. Para que nuestros creadores se sientan cómodos trabajando para empresas independientes europeas, éstas tienen que ser más competitivas a la hora de ofrecer condiciones de trabajo que no difieran demasiado de los ambientes y de los acuerdos que pueden ofrecer las empresas multinacionales de fuera de Europa (a menudo consiguen asegurarse los servicios de algunos de nuestros mejores guionistas, directores y showrunners -muchas veces en exclusiva-). Una mayor inversión de tiempo y de dinero en desarrollo es uno de los requisitos imprescindibles, no solo por parte de las instituciones, sino principalmente por parte de las empresas. No es único requisito. Está claro que el acceso a la financiación (tanto en las subvenciones como en las inyecciones por parte de los bancos) es necesario para que las empresas pueden tener un flujo de caja que les permita no solamente desarrollar, producir y distribuir sin parar, sino que también las haga crecer y aprovecharse de los movimientos de consolidación que se observan desde hace ya algunos años en el sector a nivel global. Recomiendo que reviséis la grabación en vídeo del último European Film Forum organizado por Europa Creativa MEDIA, donde el Comisario Thierry Breton y una selección de profesionales europeos reflexionan sobre estas cuestiones.
Debido a distintas razones, el presupuesto de Europa Creativa 2021-2027 todavía está sin firmar. Sería bueno que la cuestión se resolviera pronto, pero no hay razón para alarmarse, todo llegará. El triálogo entre la Comisión Europea, el Consejo Europeo y el Parlamento Europeo desembocará en un acuerdo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que además de Europa Creativa, hay muchos otros asuntos encima de la mesa, y todo debe arreglarse, mientras que todo esté interconectado. De hecho, se debe acordar el presupuesto total de la Comisión Europea, y ello son palabras mayores. Es mejor ir despacio, para luego acertar. Lo que ya sabemos, y esto es una gran noticia, es que el sector de las industrias culturales va ser uno de los catorce sectores estratégicos que van a ser impulsados de manera prioritaria. Parece haber consenso entre los Estados Miembros alrededor de la necesidad de impulsar las CCIs con firmeza, pues son un escaparate impagable cuando se trata de defender nuestros valores y de promover todas las demás industrias a nivel mundial. Por esta razón, con el fin de aumentar la competitividad, nuestro programa se verá acompañado seguramente de otros instrumentos de apoyo estructural para dotar a nuestras industrias creativas de mecanismos alineados y combinables.
Estamos en medio de una crisis que seguirá azotando nuestros bolsillos y nuestro ánimo, sin duda. Todavía durante un tiempo indeterminado, vamos a sufrir todos, sin excepción. En este sufrimiento, lo importante es que sigamos unidos y que nos ayudemos mutuamente, siempre que podamos. Merece la pena no rendirse y mirar hacía un futuro no muy lejano, cuando la nueva normalidad traiga también nuevas oportunidades y nuevos horizontes.
De momento, desde Europa Creativa MEDIA se intentan utilizar los recursos asignados para el 2020 de la mejor forma que se puede: adelantando los pagos en las distintas líneas de ayuda, alargando los plazos de ciertas gestiones administrativas y aplicando flexibilidades a la vista de la fuerza mayor (siempre y cuando sea legítimo y defendible). Mientras tanto, tratamos de asegurar el mejor presupuesto para el siguiente ciclo que empezará el año que viene. A su vez, procuramos diseñar un nuevo programa que se ajuste lo mejor posible a los retos que tenemos por delante y siempre mediante el diálogo permanente con los representantes de la industria. El European Film Forum no acaba nunca. Es un think tank permanente, una herramienta importante que debemos de tener en cuenta siempre.
Os mando muchos ánimos y saludos cordiales,
Peter Andermatt,
Director Oficina MEDIA España